Juanjo Leanizbeaskoa Aguirre, (jleanizbeaskoa@gmail.com). Licenciado en Filosofía y Letras , Grado

viernes, 1 de mayo de 2020

Cuarentena e inteligencia espiritual


Cuarentena e inteligencia espiritual

Somos muchos los que nos preguntamos si después de esta cuarentena aún  "sine die" algo cambiará en nuestras vidas, en nuestra sociedad, en nuestras relaciones diarias.
Yo, como otras tantos no tengo la respuestas, y en una realidad tan cambiante por lo insospechado de la situación, intuyo diferentes escenarios de nuestra realidad cotidiana y me atrevo a visualizar en mi cabeza como van a ser estas.
Pero claro, como educador que deseo ser, más que enseñante, mi cabeza intenta visualizar el día después de la vuelta a la escuela.
Soy consciente de la diversidad de realidades, pero en muchos casos  los hogares se han convertido  en escuelas, lo que dificulta la separación del tiempo de trabajo y el tiempo de ocio cuando, en muchos casos, las tareas de clase se suceden a cualquier hora del día y de la  semana.
Además en esta  diversidad, no quiero olvidar que el confinamiento en casa perjudica más al rendimiento de los niños de las familias más humildes, con un menor número de dispositivos digitales y también menos rutinas de nuevo aparte de condicionamiento económico está el peso de la familia en la educación de  sus hijos e hijas.
Dicho lo dicho quiero volver a mi reflexión inicial y lo quiero hacer incidiendo en la importancia que, el desarrollo de todas las inteligencias tiene para un desarrollo integral de las personas y cuando digo todas, quiero traer a primer plano el desarrollo de la inteligencia espiritual, que nos puede dar instrumentos para abordar esta situación de excepcionalidad.
Cuando estamos hablando de docencia virtual y los entornos virtuales son una herramienta fantástica a la que muchos  hemos descubierto posibilidades desconocidas, estamos preocupados, salvo excepciones, en compartir conocimiento y actividades, en ocasiones-no siempre-sin adaptar al medio. Y en el día después como "recuperar" esa materia "perdida" para completar nuestros currículos.
A mí me gustaría decir muy alto, a quien desee escuchar, que por supuesto necesitamos transmitir conocimientos, necesitamos enseñar, pero creo que lo importante "el día después" y en general en nuestra práctica educativa es ser educadores, ser acompañantes, mirarles a la cara, empatizar con ellos y dar ejemplo. Sólo así podremos construir ese mañana que todos deseamos.
Nuestros alumnos y alumnas en éste momento también tienes unas necesidades, que desde la inteligencia espiritual podemos y deberíamos abordar como una prioridad. Porque en palabras de Elena Andrés "la educación acontece no al margen de la vida sino en la vida".
Para empezar trabajar el pensamiento, es inevitable que ante la excepcionalidad de la situación, según la edad y las circunstancias y en mayor o menor medida se generen pensamientos que degeneran en emociones que nos alejan de la paz interior y nos cuestiona la propia realidad. Saber  abordar estas situaciones desde un pensamiento crítico implica no aceptar como válidas opiniones o afirmaciones sin someterlas a su propio análisis y por tanto a su consideración basándose en sus conocimientos y en otras opiniones o información que les permita establecer su propio criterio de lo que es cierto o falso, máxime en un momento de intoxicación informativa.
Respiración consciente, respirar profundamente, y ser consciente de cómo inhalas y exhalas el aire. Aprendiendo a respirar más profundamente, conseguir mejorar la concentración, reducir el estrés y te sentirse mejor en general.
Practicar alguna técnica de relajación La relajación  nos aporta un profundo descanso,  nos ayuda a equilibrar el metabolismo, el ritmo cardíaco y la respiración, aparte de  conseguir una intensa sensación de bienestar, calma y tranquilidad. Repercute positivamente en nuestro estado general, sobre todo en el psicológico.
La meditación es un estado de consciencia por medio del cual eres capaz de liberar  la mente y de los pensamientos. Sentarse en un silla, cerrar los ojos y empezar a respirar profunda y conscientemente. Durante al menos algunos minutos  concentrarse en a respiración, observando la mente y dejando que los pensamientos fluyan sin engancharte ni creerte ninguno de ellos.
Vivir el presente como oportunidad, puede parecer un contrasentido en una situación de cuarentena. Pero no es el momento de pensar por lo que podría  haber sido, ni tampoco te preocuparse por el futuro. Vive el hoy , aquí y ahora como oportunidad para avanzar.
El silencio es una forma de concentrarse  en sí mismo, para conocerse, cuidarse e identificar los aspectos de la crisis actual con el fin de poner remedio, en la medida de nuestras posibilidades.
Y por último aunque la espiritualidad una dimensión propia de toda persona, independiente de ideologías o creencias religiosas, permite el acceso a la experiencia creyente para quienes lo deseen. Nos sitúa ante el Misterio, y favorece que la fe  alimentada por el encuentro personal con Cristo.
El educador sabe bien cómo gestionar actividades que favorezcan esta perspectiva, de forma que, mientras dure la formación on-line y en el "día después" los educadores no debiéramos olvidar esta aportación a una educación en valores que, en un momento de crisis cómo la actual, toma , si cabe , mayor oportunidad.









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