CORONAVIRUS Vs CUARESMA
La iglesia, los cristianos
estamos en cuaresma tiempo de conversión, oportunidad de vaciarnos y
humildemente convertirnos y reconciliarnos con nosotros mismos, con el hermano,
la hermana, con nuestro mundo. Y esta cuaresma
del 2020 reviste un carácter muy especial, ya que tiene lugar en el
contexto de una cuarentena provocada por el llamado COVID19.
Sin duda es una oportunidad para
redescubrir el sentido y significado de la cuaresma.
Y ante éste acontecimiento
podemos hacer muchas reflexiones desde diferentes puntos de vista, cada uno
desde su óptica más cercana.
En mi caso pongo el acento de mi
reflexión en el contexto educativo y más concretamente en la aportación que la
clase de religión puede aportar al alumnado. Cuántas veces hemos dicho que esta
puede ser una aportación a la respuesta a las preguntas por el sentido de la
vida; quizás en el contexto actual esta adquiere un sentido más entendible.
Pero no sólo esto, sino mucho
más, la clase de religión es un espacio de interculturalidad, de respeto a la
diversidad, de cuidado de la naturaleza, creación de Dios. Y lo digo porque si algo ha puesto en
descubierto esta situación es que la pandemia del coronavirus pone a prueba a
este mundo globalizado y subraya el
desequilibrio en la globalización, aspecto en el que tantas veces hemos
reflexionado.
Pero como los aspectos a
reflexionar pueden ser muchos yo quiero volver al punto de partida de mi
reflexión, soy consciente que todo está interconectado, pero me quiero situar
en el aula, reflexionado con el alumnado sobre la fe y la aportación de esta a
dar respuesta a las preguntas de sentido de la persona.
Una de las preguntas iníciales
suele ser , ¿Quien no se ha preguntado alguna ve sobre el "sentido de la
vida"? Y las respuestas suelen ser tibias, el alumno , la alumna de 16, 17
años, en general, no ha tenido necesidad de plantearse, ¿por que existe el mal,
la enfermedad, el dolor o la muerte?
La religión, las religiones, han
intentado e intentan dar respuesta a estas preguntas, pero para vivirlo de una
manera personal es necesario situarse en la realidad concreta de cada momento
histórico, que nos toca vivir, -no nos olvidemos que independientemente de esta
situación concreta, nuestro mundo llora a diario sin que seamos consciente de ellos- y
volver a nuestro interior sin hacernos
trampas.
Si lo hacemos así, la fe tiene
una respuesta, pero no olvidemos que la fe es adhesión personal, en nuestro
caso a una persona, Jesús y a un mensaje que no admite ambigüedades. Y es Dios
quién la regala a quién está dispuesto a recibirlo.
Evidentemente la fe no tiene todas las
respuestas, al menos las que humanamente desearíamos, en nuestra sociedad del aquí y ahora
el sufrimiento es algo inútil y sobre todo injusto, pero desde los ojos de la fe es otra cosa, es una
oportunidad que permite comprender mejor nuestra historia y poder así hallar
algunas de las respuestas a los interrogantes más complejos en nuestra esta y
también de la historia personal e individual de cada persona.
Quizás estas
reflexiones, en éste momento concreto, sean más fáciles de interiorizar por
nuestro alumnado, aprovechemos la ocasión para, aunque sea virtualmente,
ofrecerles estas pautas para enriquecer éste momento personal y social tan
complejo a la luz de la fe.
Y deseo terminar con
una par de cosillas, en éste mundo digital y en éste
momento en el que estamos conectados permanentemente recibo uno de eso
mensajes que es muy oportuno y que deseo compartir "existe un virus
llamado amor que te hace inmune a cualquier pandemia".
Con éste mensaje
esperamos el fin de la cuaresma y con él la llegada de la Pascua, también en
nuestra sociedad.
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